En busca del significado del arte en la sociedad contemporánea

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El resultado de una sociedad moderna, cambiante y abrumadora ha estimulado a artistas a buscar nuevas maneras y medios de expresión. Se violan convenios que alguna vez fueron considerados fundamentales para el arte, por lo que el trabajo de estos artistas arrojan diversas interrogantes: ¿es arte aquel que no se encuentra en un pedestal o colgado en alguna pared?, ¿y si no es realizado por una mano humana?, ¿si no es un producto de un momento de inspiración?, ¿o si no es perdurable?.

La audiencia espera evaluar trabajos totalmente a través de su sentido visual, o aquel arte que le sea familiar, trabajos que no requieran explicación de la intensión del artista, punto de vista y/o su ambiente social. Causa una confusión el poder absorber arte producido con materiales comunes para la vida cotidiana, pero no tal para una obra: ropajes viejos, flores, tierra, sangre menstrual, cajas de cartón, productos de consumo provenientes de tiendas de autoservicios, muñecas usadas, el propio cuerpo del artista. Algunas personas tal vez reúsen estos trabajos como netamente sin interés, no los clasifiquen como arte o asumen que son hechos para – y solo accesible a – una audiencia elitista.

Según Linda Weintraub, en su libro “Art on the Edge and Over”, los artistas de hoy enfatizan más en las temáticas y eliminan la distinción de movimientos por estilo – el tema es típicamente la fuerza generativa que enciende el deseo de un artista a crear. Con frecuencia inventan herramientas nuevas, adecuadas a su tarea de comunicar sus temas, superando no solo los estilos convencionales de expresión sino también los métodos tradicionales de la producción del arte e introducen nuevos materiales para la fabricación, nuevos procesos de creación y nuevas maneras de presentación.

I. Techno-Chamanismo: La magia de los códigos duraderos y los valores efímeros

Despertar ilusiones ópticas por medio de la animación (2D, 2.5D, 4D) y el video mapping, es invocar a las artes oscuras con conjuros procesados mediante nuevas tecnologías, el techno-chamanismo. El techno-chamanismo se definiría como la implicación de símbolos y códigos para generar magia, trucos que se descifran en montajes vivos y frecuencias para no solo impresionar a la gente, sino para cambiar perspectivas de su espectador hacia fenómenos fugaces como pieza artística. Telekinetic Media Lab, estudio de producción y experimentación con tecnología de usuario común, con sede en la ciudad de México, ha generado y desarrollado este concepto; recientemente aplicado en un edificio histórico de Yokohama, Japón. La producción “Baktun” (2012) fue basada en la cultura Maya, narrando sus visiones sobre dualidad, el universo en forma cíclica, la durabilidad de la vida; igualmente aludiendo a una máquina del tiempo que se acelera para la renovación del cosmos y el despertar del ser humano con una mayor integración y conciencia.

El mapping arquitectónico o animación 4D es la reproducción del espacio en 3ra dimensión, modificándolo de la manera más realista posible, a fin de crear una alteración del espacio; las sombras (imágenes) son calculadas por la computadora, generan movimientos reales: una ilusión de objetos interactuando con el espacio arquitectónico, entrando y saliendo de los muros alterados. Batkun es una representación clara del technochamanismo, donde se implican códigos para crear una narrativa de principio a fin en un formato corto, usando la caracterización de personajes: animación y audio impregnado en un espacio arquitectónico.

¿Es acaso este mapping la nueva técnica mural? Telekinetic Media Lab manejó en Batkun cuestiones prehispánicas como lo hacían los grandes muralistas. Según, Cristian Cárdenas fundador de este laboratorio menciona que aunque es complicado hablar de raíces por el rechazo a las cuestiones de origen de las nuevas generaciones y/o algunos nichos socioculturales; es importante retomar estos aspectos culturales pero bajo un nuevo contexto de producción, creación y presentación. Resaltando que los grandes frescos se hicieron bajo el uso de la tecnología mas innovadora de su era, la perspectiva curva, la pintura de coche, colores, temáticas, cálculo y geometría avanzada. El mural como el mapping es un arte duradero, aunque el mapping no deje rastro en la estructura arquitectónica una vez terminada la producción y montaje, perdura por su valor efímero, el valor de un solo momento. La interacción es momentánea con el espacio y el publico, se vive la pieza como un fenómeno astrológico fugitivo que perdurara en la memoria del espectador, capturado en códigos que deambularan por el ciberespacio infinitamente.

II. El oráculo de la tortilla: Los poderes del maíz

La sociedades a lo largo del tiempo han buscado alcanzar una fuente de seguridad y protección en sus vidas. Estos acercamientos se arraigan en lo sagrado,  en lo eterno, y en decretos marcados por la supremacía de los dioses. El comportamiento social esta regido por rituales inviolables. La fe se pone en la potencia del rezo. La gente busca una garantía de paz y tranquilidad solicitando bendiciones de seres benévolos, complaciendo a dioses enojados o persuadiendo intervenciones de los espíritus ancestrales.

El trabajo de algunos artistas contemporáneos esta diseñado para curar el espíritu, para disolver la dualidad entre la humanidad y la naturaleza, para proteger a la comunidad contra el mal, para suministrar conocimiento y para servir como conducto entre los mundos divinos y profanos. Jorge Rojas, artista performance mexicano, radicado en Utah, ha experimentado el esfuerzo humano por la creencia mediante su “Tortilla Oracle” y “Hombres de Maíz”.

Bajo una rigurosa investigación sobre el maíz, Rojas conectó a todas las tribus de las américas, su validez en las nuevas culturas y su integración en la arquitectura, en la literatura y en las ciencias: los chamanes aztecas y mayas hacían uso de este elemento. Este  acto performance, es un pieza individual y única para cada participante invitado a hacer una tortilla en un comal ante un altar y su chamán (el lector de tortillas); el ritual es tan certero hasta donde la gente lo permita, dudando, jugando o llorando. Un objeto denominado tortilla es el elemento que permite interactuar al participante y al ejecutante. El mérito artístico prevaleciente no es el del lector de tortillas como ejecutante del acto, si no el dar algo a su participante; la pieza artística provee testimonios vividos en forma de concientización, una cuestión inmaterial que solo puede ser experimentada.

La insistencia de Jorge Rojas con el maíz produjo una pieza colectiva, basada en el libro “Hombres de maíz” de Miguel Ángel de Asturias. La finalidad sigue siendo la concientización pero esta vez de hacia lo genético y el público el eje central. Invitó al gente a participar creando pequeños hombres de masa de maíz que los situó alrededor de una mándala creada con los distintos colores del maíz, creando un sitio sagrado autóctono para meditación. Añadiendo una cortina de hojas secas escritas con sueños y pensamientos de la gente.

III. My space: La red social no virtual

Citando una vez más a Weintraub, los artistas contemporáneos son pioneros, los primeros en reaccionar al impacto de los medios, los desastres naturales, la inestabilidad de los roles de género, la proliferación de la información, la inversión del tiempo, la decodificación de la vida. El tema, por lo tanto, pone la base para las desviaciones de las normas artísticas que están en conflicto entre los espectadores de arte de nuestros días.

En el 2008, Jorge Rojas reto los limites de la interacción con su serie My Space, dialogando sobre una misma mesa el mundo virtual y el físico. Las generaciones actuales viven un en un 50 hasta 80% en el ciberespacio, en ocasiones crean una segunda vida, avatares, una vida intangible, exponiendo personalidades exageradas o inventadas de si mismos. Las redes sociales han provocado exhibicionismo y vouyerismo en la gente. La serie My Space, se llevó a cabo en distintas ciudades de Estados Unidos (Chicago, New York, Miami) y México (Guadalajara), y que no es más que un juego de palabras de esta casi extinta página social, experimentó con performance en vivo a través de la red.

Invitó al público a entrar o interactuar en el espacio físico y mediante webcams creo una audiencia virtual en la red que observaba cada movimiento; después esta misma audiencia se incorporó a la pieza, mediante chats y comentarios. El primer performance de esta serie se realizó en la ciudad de Guadalajara en la vitrina frontal del Ex Convento del Carmen. Erradicando la exclusividad de espacios lo hizo un espacio propio – un estudio en el cual habitó durante los horarios de tal museo – e invito a gente, que comúnmente no se atreve a entrar a un museo o galería por temor a no encontrar o comprender el significado del arte, a convivir. En esta cápsula se celebraba la interacción física, la gente llegaba y platicaba con los espectadores en línea que observaban alrededor del mundo.

Pero el performance mas significativo de esta serie, fue la realizada en Diaspora Vibe Gallery en la ciudad de Miami. Se construyó una caja de cartón con ventanillas de distintas proporciones, se introdujeron una vez más las cámaras para el live streaming que no serían apagadas, la duración de esta pieza sería de 7 días por 24 horas cada uno. Rojas habitó, comió, durmió e interactuó en este mismo sitio con la audiencia física y virtual.

Al espectador físico se le despierta un nivel de curiosidad al observar a una persona dentro de un espacio cerrado; algunos se atrevieron a comunicarse a base de formas antiguas o clásicas por medio de cada ventanilla, que tenían diferentes modos de interacción: un timbre, un chat hole (donde sólo su boca se asomaría para conversar), un buzón (para que la gente pudiera dejar recados escritos), un hoyo para saludar de mano, una puerta (solo en ocasiones alguien se atrevió a entrar), intercambiarle comida por arte. En cambio la curiosidad de la audiencia en línea permaneció pendiente de movimientos cotidianos como el verlo dormir ¿por horas?.

Es relevante mencionar que la audiencia de hoy requiere de elementos táctiles, sonoros e inclusive con olor, quiere despertar sus elementos sensoriales en una pieza, que el arte vibre en un instante permanente; tienen el deseo de crear una relación directa con los artistas, su naturaleza e inclusive con ellos mismos.

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